Ciudad del Vaticano, 21 de abril de 2025 — En una coincidencia que ha estremecido a millones de fieles católicos alrededor del mundo, el papa Francisco falleció este lunes a los 88 años, justo un día después del Domingo de Pascua, la celebración más importante del calendario cristiano. Su deceso ocurrió en la Casa Santa Marta, residencia papal dentro de la Santa Sede, según confirmó esta madrugada el Vaticano.
De acuerdo con fuentes oficiales, el pontífice argentino atravesaba un delicado estado de salud que se agravó en las últimas horas con episodios de insuficiencia respiratoria aguda.
Aunque se encontraba bajo observación médica, su condición se deterioró rápidamente, provocando su fallecimiento durante la madrugada.
La noticia ha generado una ola de reacciones a nivel internacional, tanto de líderes religiosos como de personalidades del ámbito político, social y cultural, quienes reconocieron el legado de un Papa que marcó una era con su cercanía, su defensa de los más pobres y su apertura al diálogo interreligioso.
La fecha de su muerte ha provocado una profunda reflexión entre fieles católicos, ya que ocurre en un marco litúrgico especialmente significativo. El Papa Francisco muere el 21 de abril de 2025, apenas un día después del Domingo de Pascua, en lo que muchos consideran una coincidencia cargada de simbolismo espiritual.
Su partida evoca inevitablemente la memoria del Papa Juan Pablo II, quien falleció también en contexto pascual: el 2 de abril de 2005, un día sábado previo al Domingo de la Divina Misericordia —fiesta que él mismo instauró—, y en medio de una vigilia de oración global.
Este paralelismo entre ambas muertes ha sido interpretado por numerosos fieles como una señal providencial.
Veinte años separan a ambos decesos, marcados por el mismo telón de fondo: la Pascua, momento culminante de la fe cristiana que conmemora la resurrección de Jesucristo.
La secuencia de ambas muertes ha despertado no solo duelo sino también contemplación mística dentro del catolicismo.
El Papa Francisco —cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio— fue el primer pontífice originario de América Latina y el primer jesuita en ser elegido Papa.
Desde su elección en marzo de 2013, desarrolló un papado enfocado en la misericordia, el perdón, el cuidado de la creación y la justicia social.
Fue una figura que trascendió los muros del Vaticano para dialogar con el mundo, hablar de pobreza, migración, cambio climático y reconciliación.
Aún no se han dado a conocer los detalles del funeral, pero se anticipa una ceremonia solemne en la Basílica de San Pedro y una despedida multitudinaria de parte de fieles de todo el orbe.
Conforme a las normas del Vaticano, se convocará en breve al cónclave que elegirá a su sucesor.
Mientras tanto, en iglesias de todo el mundo suenan las campanas en señal de duelo y oración. La Iglesia Católica entra en una nueva etapa marcada por el luto, la reflexión y la esperanza.